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No cuesta comprender que semejante socie dad señalara como principal fm a su instituto de educación' superior la fórínación.de ministros para la iglesia. En,efe£cto tanto Harvard como las demás pr1meras universidades no fueron en un principio más que seminario de sacerdotes. Al lado de esta carrera ocupaban im lugar apreciable las de derecho y medicina y es de advertir que era muy frecuente casó que una misma persona se graduase en teología y medi cina., recibiese las órdenes religiosas y practi case el arte de curar. Era una especie de restan ración de 105 héchiceros 0 magos primitivos hecha bajo los auspicios de 13 ciencia. Una misma persona se encargaba tanto de la sálud del cuerpo como de alma y no cabe negar que algunas ventajas resultarían de esta con centración de funciones: el médico ganaría con la práctica de los procédimientos psicológicos que entran en los recursos del sacerdote, y éste a su vez aprendería el arte de alivia1 dolencias morales mejorando las condiciones del cuerpo.
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